lunes, 3 de mayo de 2010

TU CUERPO QUE DESEO Y QUE RECHAZO…


Tu cuerpo que deseo y que rechazo
mi voluntad domina. Como el vino
mi mente turba, excita y reconforta.
Despues, saciado, siento oscuramente
verguenza del placer asi­ logrado.
Mas al cabo de un tiempo, tu apetencia
resurge en mi­ acuciante y desespero
y te busco si no te hallo cercana.


No eres joven ni hermosa, sin embargo.
Pero he de conseguirte nuevamente.
A ti, aunque se me ofrezcan las mas bellas.
Y no me importa entonces el orgullo,
vileza, sumision o servilismo.
Embriagarme en tu cuerpo es lo que importa.
Mi voluntad domina. Como el vino
que la garganta exige, imprescindible,
necesito obtener, poseer tu cuerpo:
esta dosis que viaja hacia mi­ mismo.

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