martes, 4 de mayo de 2010

UN ROCE BREVE, FUGITIVO…


Un roce breve, fugitivo
como el ala de una mariposa
hizo arder el aire en un instante
entre tu cuerpo y el mi­o.

El universo se oculto a mis ojos
y se encerro en un latido.
Tus miradas se volvieron mares
y sus olas mecieron mi destino.

Para siempre, un instante,
que ninguna muerte extinguira,
mientras te ame

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