viernes, 23 de abril de 2010

Mi mente, tu muerte


Pienso de una forma irremediable
en dejarte morir tras apaciguar
tus ansias enfermizas;

(pienso que quizas el mundo
no note tu ausencia
)

La mueca se esboza indiferente
tras el tiempo que rima
en tu almohada,
y en el enredo de vaci­os
exaltantes de promesas,
en el punto de coccion
del delirio esquizofrenico
precipito la fiebre.

Mi sombra, en la tangente
transversal de un punto sin salida,
salta charcos de demencia
se revuelca desgraciada
en la culpa renuente al delito.

En las miradas de rechazo,
nace el momento filosofico
de dos energumenos
en el abismo de violencia.

Se avecina en mi­
el movimiento de ideas
al compas de la sangre
que gotea, del cuerpo inerte
en la nube homicida.
Y las hojas crujen,
pisadas de manicomio,
todo queda sostenido
en un torturante suspenso
de algo que no pasara,
que solo tiene cabida
en las ventanas
de mi mente;

detras de la cortina
esta el secreto
y detras de la suma
de palabras conjugadas
no hay resultado exacto

Tras mi deseo insatisfecho

solo queda el poema empedernido

en alucinaciones trastocadas.

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